El sexto don que el Espíritu del Hijo infunde en nuestras almas es el don de piedad. Este don es la experiencia de la ternura del amor del Padre que nos permite gozarnos en nuestra dignidad de hijos de Alá.Nuestra Seguridad deja de ser esterilizado e inactiva e inspira un modo de vida que da elocuente afirmación de la Certeza que hay en nosotros